Hace un año aproximadamente nos tocó decir adiós al etiquetado de los carburantes tal y como lo conocíamos. La UE ordenó a fabricantes y estaciones de servicio la adopción de un nuevo sistema. Sin embargo, las viejas etiquetas no han desaparecido.
El cambio no afectaba a la composición ni del diésel ni de la gasolina, solo a las denominaciones con el objetivo de ser iguales en toda la Unión Europea y así ser fácilmente identificables te encuentres donde te encuentres.
Para entenderlo mejor veamos un esquema visual del nuevo etiquetado:
Si nos fijamos en la gasolina, su nueva identificación se encuentra dentro de un círculo con el indicativo de la letra “E” más un número que define cada bicomponente.
En el caso del diésel, este se engloba en un cuadrado junto a la letra “B” más un número que sigue la lógica de la gasolina.
Y la etiqueta XTL ¿a qué corresponde? a un variante del diésel que no deriva del petróleo, llamado parafínico o sintético.
Los carburantes alternativos son más fáciles de identificar dado que se encuadran en un rombo y se utilizan sus iniciales para referirse a ellos (según nomenclatura inglesa):
- Gas Licuado de Petróleo sería LPG;
- Gas Natural Comprimido CNG;
- Hidrógeno H2;
- y Gas Natural Licuado LNG.
Recordemos que estos “nuevos carburantes” son más respetuosos con el medio ambiente y tienen diversas ventajas, como hemos visto en post anteriores, y hasta un menor coste.
Si necesitas saber más en profundidad, te recomendamos el artículo de Diario Motor.
Y recordarte que por supuesto, en la red de estaciones de Área365 te lo ponemos fácil y ponemos a tu disposición las equivalencias al lado de cada surtidor así como de los carburantes menos contaminantes. Adaptarse o morir.